miércoles, 27 de abril de 2011

Semana Santa 2011

Todos los años voy a ver alǵun que otro paso a casa de mis abuelos, ya que es como una nueva especie de tradición en mi familia... aunque no me guste. Este año, gracias a la lluvia no he ido a ver ninguno, pero ha venido una amiga de Vitoria, llamada Sonia y la historia empieza aquí...
Era miércoles santo, fuimos ilusionadas dos amigas y un amigo a darle la bienvenida a nuestra pequeña Sonia a la parada de Damas. Esperábamos el autobús de Madrid, que vino sobre las 18:45h. Nos quedamos sentados hasta que apareció y nos dimos un fuerte abrazo (todos). Nuestra pequeña individua traía un pequeño regalito para una de mis amigas. Antes de que se lo diese, mi amigo me dijo por tuenti que le iba a regalar un escarabajo gigante salvaje, pero no era eso. Le trajo un pequeño hamster al que le pusimos miles y miles de nombres... hasta que encontramos uno apropiado para él, lo contaré más adelante. Seguidamente, después de recoger a Sonia, fuimos a casa de mi amigo a dejar las maletas y nos quedamos en la plazoleta que había justo al lado. Digamos que pasó algo y el pequeño hamster murió... o eso creíamos. Empezamos a darle golpecitos con el dedo para que resucitase, y así lo hizo, de ahí su nombre: Er Jézuh. Se nos hizo un poco tarde y tuvimos que irnos, pero el día no había terminado, todavía quedaba pasar la noche en casa de una amiga. Este chico (mi amigo) nos acompañó hasta la parada, nos quedaban cinco minutos y no llegábamos, tuvimos que pasar entre la multitud de gente con una enorme maleta roja y rota por el mango, lo que nos resultó más difícil de lo que creíamos. Mi otra amiga, roja como un tomate fue corriendo con la maleta, mientras que yo, iba haciendo hueco entre la gente. Finalmente conseguimos llegar, pero el autobús se había ido y tuvimos que esperar a que nos recogiese mi padre. Nos despedimos del chico este y nos dirigimos hacia la casa de la amiga que nos acogía por una noche. Nos fuimos al paque pero no había ni un alma viva. Al final nos encontramos por casualidad a dos amigos y nos dirigimos a la casa del novio de una de las amigas. Estuvimos saltando en una cama elástica, pero acabamos agotados y nos sentámos. Empezamos a hablar y se nos hizo muy  tarde. Teniendo en cuenta de que no había comido desde las 14:30, me estaba muriendo de hambre y fuimos a cenar. Cenamos pizza y patatas fritas (una comida perfecta para una buena dieta). Intentamos bajar los colchones pero una de nuestras amigas se quedó encerrada en el cuarto, ya que el colchón se quedó incrustado en la puerta. Con un fuerte empujón conseguimos bajarlo y a la media hora ya habíamos bajado los dos colchones. Los preparamos y nos pusimos con el ordenador. Hablamos con gente e hicimos vídeos mientras una de nuestras amigas dormía pero no se enteraba...

No hay comentarios:

Publicar un comentario